


Cuentan las antiguas leyendas que tal día como hoy, hace 27 años nació un hada. Pero, este hada, era un hada muy especial, no se parecía a ninguna de las anteriores. No tenía alas, no no volaba y no vivía en un bosque encantado, tampoco medía lo mismo que las otras hadas. Este hada tenía forma humana. Pero, a pesar de que no se parecía físicamente a las demás hadas, tenía la magia más especial de todas ellas. Tenía la fuerza para mover a miles y miles de personas, todo el mundo hacía locuras por ella y la amaban muchísimo. Hubo una vez en la que sin darse cuenta perdió la fe en ella misma, creyó que nada tenía sentido y estuvo a punto de dejarnos. Pero, Dios le dio otra oportunidad porque él seguía creyendo en su magia y volvió de nuevo. Volvió con más luz que nunca y siguió luchando por lo que mueve el mundo, su mundo, nuestro mundo, el amor. Ella eligió enseñarnos el amor a través de sus canciones y nosotros estamos aquí con ella siguiéndola a cada paso que da porque sabemos que se merece todo y mucho más. Hoy, quiero dar gracia a Dios por darle esta oportunidad y a ella por aprovecharla y seguir adelante. Muchas felicidades, Anahí, ¡no dejes que tu luz se apague nunca! ¡Te quiero!
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